¡Bienvenidos, millennials, una semana más al apasionante mundo de las finanzas personales! En este artículo, te desvelaré los 6 pilares que cambiaron mi forma de entender las finanzas personales y me ayudaron a construir una base sólida para mi futuro financiero. Si alguna vez te has preguntado cómo tomar el control de tus finanzas, ahorrar eficientemente, invertir de manera inteligente y evitar las trampas de la deuda, estás en el lugar correcto. ¡Sigue leyendo y descubre cómo asegurar un futuro financiero próspero!
Primer pilar: Ahorro
La base de una buena salud financiera
El primer pilar es el ahorro. Ahorrar es esencial para alcanzar la estabilidad y afrontar imprevistos. Establecer un fondo de emergencias que te dé cobertura para gastos no planificados debería ser de obligado cumplimiento para cualquier mortal, desde que cree el mío duermo mucho más tranquilo y tomo mejores decisiones.
Sin embargo, aun siendo muy importante disponer de un fondo de emergencias y generar ahorros. Lo que de verdad cambió mi forma de entender las finanzas fueron dos principios que hoy considero fundamentales:
1. Pagarse primero a uno mismo.
“Pagarse primero a uno mismo”. Si no conocer este principio, toma unos segundos para reflexionarlo… ¿ya? Está bien, seguimos. La primera vez que leí este concepto fue en el libro Padre Rico, Padre Pobre de Robert Kiyosaki. Que, por cierto, si no lo has leído recomiendo fervientemente su lectura.
La idea central detrás de «pagarse primero a uno mismo» es que, antes de destinar tu dinero a pagar gastos o deudas, debes apartar una parte de tus ingresos para ti mismo y tus metas financieras. En lugar de gastar todos tus ingresos disponibles, debes priorizar ahorrar e invertir para tu propio beneficio.
La mayoría de las personas (y antes de conocer esto, yo también) tienen el hábito de pagar primero a otras personas o entidades, como el gobierno en forma de impuestos, acreedores en forma de deudas o incluso a familiares y amigos en forma de préstamos. Sin embargo, al hacerlo, a descuidan su propio crecimiento financiero.
Al adoptar este enfoque, te estás colocando a ti mismo y a tu futuro financiero como una prioridad. Al pagar primero a ti mismo, estás construyendo un colchón financiero y creando oportunidades para crecer y generar riqueza a largo plazo. Creando oportunidades. Quédate con esto porque es un concepto muy potente.
Todo eso de pagarse primero a uno mismo sonaba brutal. Pero claro, ¿cuánto debería pagarme? ¿cuál debería ser el mínimo? ¿y el máximo? Todas estas preguntas me llevaron al segundo principio.
2. El diezmo.
En la antigüedad, el diezmo era un término que se refería al derecho que tenía el rey a percibir el 10% del valor de todos los artículos que eran objeto de transacciones. También utilizado por la iglesia para su sostenimiento, consistía en dar una décima parte de los ingresos o ganancias.
En base a este concepto, establecí que de cada euro que entrase en mi cartera en forma de salario, al menos un 10% tendría que ir destinado al ahorro. Sin excusas y pasara lo que pasara.
¿Y sabéis que pasó? Los primeros meses me costó pues gastaba lo mismo que ingresaba, pero con el paso de los meses adecue mis gastos al dinero disponible. Pensaba que tendría sensación de no tener dinero para nada y de estar dejando de hacer cosas por falta de dinero. Sin embargo, no tuve esa sensación porque ajusté mis gastos al disponible que decidí.
Y es que aprendí una cosa muy importante. Los gastos al igual que la materia en estado gaseoso tiende a ocupar todo el espacio disponible y, además, adapta su forma al recipiente en que se hallen. Da igual lo que ingreses que, si no limitas tus gastos, estos crecerán proporcionalmente a tus ingresos y en ocasiones más allá.
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Segundo pilar: Control de gastos
El arte de gastar con consciencia
El segundo pilar es el control de gastos. Para optimizar tus finanzas personales, es fundamental comprender cómo y hacia donde fluye tu dinero. Entendí algo que todos en el fondo sabemos y es que no sabemos cuánto, ni en qué gastamos realmente.
El segundo punto de inflexión sucedió cuando decidí dedicar unas horas en hacer un seguimiento detallado de mis gastos. Papel, boli, calculadora, Excel, el ordenador, el móvil, parecía que iba a mandar un cohete al espacio. Gracias a dedicar un tiempo a analizar mis gastos pude identificar mis patrones de gasto y crear consciencia de en qué gastaba mi dinero, qué me gustaba y qué no quería dejar de hacer (por ejemplo, desayunar algunos días en la calle), en qué consideraba que en realidad lo estaba tirando (por ejemplo, suscripciones que no utilizaba).
Aquí interioricé que no necesitaba impresionar a los demás con las apariencias. Que daba igual que coche tuviera, que ropa utilizara o cuantos relojes tuviese. Muchas veces gastamos de más para impresionar a gente a la que ni siquiera les importamos. Además, aprendí a diferenciar entre gastos obligatorios y deseos.
El siguiente paso, a nivel avanzado, fue establecer un presupuesto razonable. Para mí, el objetivo es simplemente tener la tranquilidad de saber que podré hacer lo que quiero hacer.
De todos los aprendizajes que obtuve destacaría que para controlar los gastos no hace falta prescindir de la tostada con jamón de los viernes sino de los gastos que no me aportaban nada y que pequeños cambios en mis hábitos de consumo pueden marcar una gran diferencia a largo plazo.
Tercer pilar: Inversión
El arte de gastar con consciencia
El tercer pilar es la inversión. Una vez que hayas establecido una base sólida de ahorro, es hora de hacer que tu dinero trabaje para ti. La inversión nos brinda la oportunidad de hacer crecer el dinero y superar la inflación a largo plazo.
"El oro guardado dentro de una bolsa contenta al que lo posee y satisface el alma del avaro, pero no produce nada"
George S. Clason
Cuando se habla de inversión, inmediatamente pensamos en la inversión en activos financieros sin embargo existen muchos tipos de inversión. De hecho, en mi opinión, la mejor y primera inversión que puedes hacer es en ti. Sí, en ti. Desarróllate con formación de calidad que te permita crecer personal y profesionalmente. Al igual que las inversiones en activos financieros, es fundamental elegir correctamente en que inversiones ponemos nuestro dinero. Apuesta por tu futuro, pues la forma más rápida de incrementar tu bolsa (legalmente) será cobrando más por tu trabajo.
A partir de aquí, por supuesto que te animo a evaluar tu perfil de riesgo, a informarte sobre otro tipo de inversiones y a tomar acción. Siempre con cabeza.
Y en este punto te doy uno de esos consejos que debes tener siempre, siempre presente. El beneficio está en la compra, no en la venta. Es decir, los beneficios se obtienen y se maximizan consiguiendo un buen punto de partida, un buen precio de compra. Esta recomendación se aplica en todas las inversiones, desde ladrillo hasta las criptomonedas. Entrar en el momento adecuado es clave para maximizar los beneficios.
Por último, nunca te fíes de la super inversión que te dijo esa persona en aquel bar, o la de tu colega que no sabe nada de inversión sin antes analizar y meditar los riesgos, pros y contras de esa inversión.
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Cuarto pilar: Deuda
Tu mejor o tu peor enemigo
El cuarto pilar es la deuda. ¡Ay las deudas! Aprender a diferenciar entre la deuda buena y la deuda mala es fundamental, obligatorio, vital, muy importante. La deuda buena es una herramienta muy poderosa para construir riqueza. ¿Qué es la deuda buena? Este tipo de deuda te permitirá apalancarte para multiplicar el dinero que te han prestado. Por ejemplo, un préstamo estudiantil o una hipoteca de una propiedad que posteriormente alquilarás obteniendo un beneficio por la operación.
Por otra parte, la deuda mala es aquella que no te proporciona un beneficio a largo plazo, sino que se utiliza para pagar productos de consumo. Por ejemplo, préstamos para comprar un teléfono móvil, un coche, un viaje, etc.
Evitar trampas financieras, la deuda mala, es fundamental para disfrutar de una buena salud financiera.
Utiliza la deuda para multiplicar tu dinero, nunca para disminuirlo.
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Quinto pilar: La suerte
Es de quién la busca
El quinto pilar es la suerte. Sí, la suerte. ¿Existe la suerte? Es posible, pero existe algo más poderoso: buscar la suerte. Constantemente escuchamos, leemos e incluso pensamos: fulanito tiene mucha suerte, está trabajando en tal empresa y gana muchísimo dinero. Ha comprado su casa un por un 20% menos del precio de mercado, ¡qué suerte tiene! Y encima ha invertido en tal activo y ha crecido un 400%. ¡¿Cómo puede tener tanta suerte?!
¿Su éxito es consecuencia de la suerte o de perseguir la suerte? En mi opinión, la suerte pertenece a quién la busca. Es de quién se la trabaja cada día, de quién siembra su granito de suerte todos los días. Amigos, con suerte no se llega a ningún lado, se llega con trabajo.
Mis padres me dieron un consejo, que realmente no supe apreciar en su momento. Me dijeron: haz lo que quieras, pero sé el mejor. Con total seguridad, no soy el mejor en lo que hago y sinceramente pienso, que nunca llegaré a serlo. Sin embargo, hay algo que tengo claro: no dejo mis resultados al azar o a la suerte, trabajo para conseguirlos y doy lo mejor de mí cada día, cada segundo. Cada vez que dedico tiempo y esfuerzo en lograr mis objetivos estoy sembrando mis semillitas de la buena suerte.
Sexto pilar: Generosidad
El arte de dar y recibir
El sexto pilar trata sobre la generosidad. Esta cualidad humana denota nobleza y es realmente poderosa tanto para el que la ofrece como para el que la recibe.
La generosidad genera un efecto súper potente en las personas y las vuelve mucho más fuerte emocionalmente. Aunque cuando somos generosos con los demás lo hacemos sin esperar nada a cambio. Las personas que son generosas con los demás siempre obtienen más de lo que dan.
En ningún caso hablo de ofrecer dinero, hablo de compartir nuestros conocimientos y nuestro tiempo. No consiste en dar pescado sino en enseñar a pescar.
Quizás te preguntes, ¿qué tiene que ver esto con el dinero? Pues tiene que ver con todo y con nada. Tiene que ver con la vida. Sin embargo, te puedo asegurar que aquello que des te vendrá de vuelta multiplicado. Posiblemente te llegue alguna oportunidad interesante para invertir, para crecer personal o profesionalmente o te conecte con personas con las que no habrías conectado de otra forma.
Bonus: El dinero
La importancia relativa
Por último, os regalo un bonus. Entender el dinero. Lo pongo el último, pero quizás debería ser el primero y a distancia del segundo por su importancia en este juego de las finanzas personales. A pesar de su importancia, considero que fue lo último que interioricé. Llegar a entenderlo fue consecuencia de todo lo demás.
A menudo hablamos de dinero, pero ¿realmente entendemos qué es el dinero? ¿por qué le damos valor?
En mi proceso de comprender las finanzas personales llegué a mi propia conclusión: El dinero es una herramienta que te permite decidir. Sí, sin más. El dinero te permite decidir para elegir un trabajo u otro, tener hijos o no, vivir en un lugar o en otro, viajar o no viajar, comer una comida u otra, etc.
Entendí que el dinero es libertad. Sin embargo, si lo piensas, llega un punto en el que el incremento de 1€ más no aporta más libertad que la ya obtenida. En ese punto se le otorga una importancia absolutamente relativa al dinero.
En el libro “El hombre más rico de Babilonia” leí un párrafo que me hizo reflexionar mucho y decía:
“Aprovechad la vida mientras estéis en este mundo, no pretendáis ahorrar demasiado. Si la décima parte de lo que ganáis es una cantidad razonable que podéis guardar, contentaos con esa proporción. A parte de eso, vive conforme con vuestros ingresos y no os volváis roñosos ni tengáis miedo de gastar. La vida es bella y está llena de cosas para disfrutar.”
Es una enseñanza que me encantó, sitúa al dinero en su sitio. Le otorga su importancia sin restársela a la posibilidad de disfrutar de la vida.
Por ahora lo dejamos aquí. Espero
que este artículo haya despertado tu interés por el mundo de las finanzas
personales y te haya proporcionado unos pilares sobre los que construir los
tuyos propios. Recuerda que el conocimiento es poder, y tomar decisiones
informadas es el primer paso para alcanzar tus metas financieras. ¡Asume el
control de tus finanzas y construye tu futuro!
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